El Hotel Primavera Park era el hotel principal de un grupo empresarial que contaba con una cartera bien diversificada de actividades pero que pretendía posicionar la marca Primavera Hotels dentro del panorama hotelero de Benidorm. El encargo del trabajo vino de Roman Mayor y Sara Mayor eran la segunda generación en la gestión del grupo. El reto era reestructurar todo el hotel, que nació como aparta hotel, convirtiéndolo en un referente en la ciudad.
Benidorm es la ciudad de crecimiento vertiginoso que pasó de ser en los años 50 un pueblo de pescadores a ser la ciudad de los rascacielos que hoy en día conocemos. La competencia es feroz, hay más de 130 hoteles en la lucha.
La construcción partía con unos puntos fuertes, situada frente al parque de L’Aigüera y con una fachada curvada tenía una presencia muy notable sobre el entorno. Con amplitud espacial y vistas agradables sobre el verde del parque y a medida que se suben las plantas una visión privilegiada del mar y del paisaje al poniente de la ciudad.
Estéticamente se buscó potenciar esa presencia de la naturaleza, con mayor uso de
vegetación, mobiliario de fibras naturales, colores naturales, revestimientos de madera. La idea era subrayar el lema de la empresa: “Un oasis en el corazón de Benidorm”.
Dentro de la reestructuración del hotel el cambio de la entrada era vital, pasaba de la calle verano, una secundaria a la calle Primavera con mucha más presencia y visible desde el ayuntamiento y las zonas adyacentes. La planta en origen era un sótano y no tenía gran altura por ello se planteó un gran hall como una estructura independiente con un acristalamiento curvo de 6 m de altura para dar una sensación de potencia y amplitud. Para el resto de la fachada se eligieron materiales cerámicos de Tempio: las celosías de baguette y la fachada ventilada de una pieza extrusionada de gran carácter.
En todos los interiores se buscó una sensación de serenidad pero que proyectara una calidad en los materiales y que tuviera detalles decorativos acogedores que proyectaran la idea de hotel boutique, como: celosias, jardineras, luces indirectas, techos de madera, vegetación integrada, las puertas de los ascensores de madera.
La piscina principal es uno de los grandes atractivos del hotel. Se trabajó integrando jardineras en las esquinas para potenciar la idea de oasis. Gracias al catálogo de productos de Ceramicas Mayor se ha conseguido una unidad de material entre el pavimento de la terraza, las rejillas, y el vaso de la piscina. El toque de las sombrillas con flecos ayuda a generar la imagen de sofisticación.
La zona de bar ha sido enriquecida con empapelados y celosías, luces indirectas y plafones de rafia impresa suspendidos del techo. Una de las claves para la funcionalidad de esta planta era conseguir que el mismo bar fuera un bar de piscina abierto a la terraza y un bar interior para dar servicio en invierno. Se consiguió gracias a una situación estratégica y a un acristalamiento plegable que una vez abierto es imperceptible con una transición de pavimentos de c2 a c3.
En las habitaciones una imagen de palmeras y playa hace de fondo para una composición sobria con combinaciones de madera y negro para darle una imagen más alejada de la típica postal mediterránea. Para las suites se ha elegido una distribución abierta con baño y dormitorio unidos aunque diferenciados dominados por la imponente presencia del paisaje a través del gran ventanal.